La iniciativa consiste en la realización de entrevistas y visitas a empresas de todo el territorio catalán para caracterizar sus consumos de energía, conocer sus proyectos de ahorro y eficiencia energética e identificar las barreras o dudas que les surjan en este ámbito, de manera que se puedan elaborar pautas de orientación globales y diseñar nuevas medidas más adecuadas a las necesidades de las industrias catalanas para avanzar en la descarbonización de sus procesos productivos.

 

El proyecto, que cuenta con la colaboración de PIMEC para seleccionar las industrias participantes, pretende conocer las estrategias y los proyectos de las empresas en la gestión de su energía de manera integral (desde la contratación hasta su aprovechamiento en el proceso productivo), e identificar las limitaciones técnicas, económicas o legales que dificultan su aplicación. El ICAEN intentará dar respuesta a las necesidades de cada una de las empresas participantes (como por ejemplo aconsejando la introducción de sistemas de autogeneración a partir de energías renovables, el cambio de la modalidad de contratación o la sustitución de los procesos para de otros más eficientes) y, con la información recibida y los resultados obtenidos, se trabajará para eliminar las barreras y se diseñarán las medidas adecuadas para poner a disposición de toda la industria catalana aquellas herramientas y elementos que ayuden a mejorar la gestión energética ya reducirse los costes asociados.
 
En Cataluña, las pymes representan 99,8% del total de empresas, el 70% del empleo y el 65% del PIB, y la cifra de pymes industriales asciende hasta las 36.200. La optimización del consumo energético en el proceso productivo no sólo mejora la competitividad de la empresa y contribuye a su continuidad, sino que también ayuda a materializar la transición energética que vive el país. Sin embargo, y debido a su dimensión, las pymes a menudo no disponen de los recursos técnicos ni del conocimiento necesario para rediseñar su estrategia energética de manera integral. La campaña se dirige especialmente a los sectores del material de transporte, químico, metalúrgico o alimentario, entre otros.
 
Esta actuación se inserta en la política energética del Gobierno, que tiene por objetivo lograr una economía y una sociedad descarbonizadas el año 2050. Además, la medida se suma al Plan de impulso que ha puesto en marcha el departamento de Empresa y Conocimiento a través del ICAEN y que, con un presupuesto de 113 millones de euros, tiene la voluntad de hacer de la transición energética un eje para dinamizar la economía catalana para que la recuperación de la actividad productiva tras la COVID19 ya incorpore el vector sostenibilidad en todos los sectores.