Esta colaboración entre la Agencia Vasca de la Energía y Krean permitirá el lanzamiento y avance de la Estrategia Europea de Cambio Energético en el País Vasco, basada en el empoderamiento de la ciudadanía en la creación y gestión de energías renovables para el consumo, a través de nuevas figuras denominadas consumidor activo y comunidad energética.

Altos representantes del Gobierno Vasco y la Corporación Mondragón han anunciado la constitución de Ekiola Energia Sustapenak, empresa dedicada a la promoción de cooperativas de energía sostenible. La presentación contó con la presencia de Arantxa Tapia, Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Iñigo Ucín, Presidente de la Corporación Mondragón, Iñigo Ansola, Director General de la Agencia Vasca de la Energía, y Jon Berbel, Director General de Kreane.

Esta colaboración entre la Agencia Vasca de la Energía y Krean permitirá el lanzamiento y avance de la Estrategia Europea de Cambio Energético en el País Vasco, basada en el empoderamiento de la ciudadanía en la creación y gestión de energías renovables para el consumo, a través de nuevas figuras denominadas consumidor activo y comunidad energética. La formación de comunidades energéticas corporativas, que actúan dentro del sistema eléctrico y tienen un papel específico en manos de las administraciones locales y cercanas, permitirá el lanzamiento de una serie de proyectos en torno a las instalaciones de generación eléctrica fotovoltaica.

Según EEA y KREAN, el proyecto Ekiola es muy importante; de hecho, permite la participación ciudadana. El objetivo es crear un modelo de integración muy amplio que cambie la visión energética de cada municipio a establecerse, con el objetivo de sumergir a la ciudadanía en la realidad de la autogestión empresarial; siempre respondiendo a las necesidades energéticas de los ciudadanos que se sumarán al proyecto.

Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, calificó el evento como “un nuevo proyecto de gobernanza energética en línea con las energías políticas europeas y en línea con la Estrategia Energética 2030 del País Vasco, destacando la necesidad de promover la autosuficiencia energética “. a través de sistemas que promuevan el autoconsumo.
El presidente de Corporación Mondragón, Iñigo Ucín, afirmó que “la formación de cooperativas en este sector es una fórmula en línea con la idiosincrasia del País Vasco, que permite la puesta en marcha de proyectos de mayor envergadura que involucran a un gran número de ciudadanos”. También es un proyecto cooperativo que se enfoca en la participación directa del consumidor de esta manera; lo que también permite la intervención de los ayuntamientos y administraciones locales y actores en el control de las instalaciones de generación de energía.

Azpeitia será pronto la primera ciudad en tener una instalación solar de este tipo, donde se tomarán las medidas necesarias para ponerla en funcionamiento. Además, en los próximos días, las Diputaciones de Álava y Gipuzkoa firmarán un convenio con la empresa para promover este tipo de instalaciones en la provincia correspondiente. En el acto participó la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, junto a Josean Galera, diputado provincial de Medio Ambiente y Urbanismo de Álava, y José Ignacio Asensio, de Obras Hidráulicas de Gipuzkoa.

Cooperativas de energía 
La formación de cooperativas, en consonancia con el valor y la estructura económica de nuestro país, nos permite crear proyectos de mayor envergadura que involucran la participación de muchos ciudadanos. Esta fórmula dará lugar a importantes infraestructuras energéticas (parques solares con una capacidad de entre 1 MW y 5 MW) que generarán energía cercana (0 km), teniendo en cuenta el beneficio de las personas y familias que participan en la cooperativa: potenciar la economía asociadas a instalaciones fotovoltaicas, para identificar las instalaciones como propias y generar en ellas la cantidad de energía que será equivalente a su consumo eléctrico total. El diseño sistemático del diseño de gestión y viabilidad de estos proyectos consiste en la adquisición de parte de la cooperativa por parte de los cooperativistas,

Cada cooperativa construirá y utilizará la instalación a un costo de creación estable, con un largo plazo de uso u operación (25 años o más) y administrado por un gran número de individuos o familias. Así, estas instalaciones equivaldrán a la economía de un proyecto de mediano tamaño. Las ganancias o resultados serán para los cooperadores, a través de la factura de la luz. De esta manera, todos podrán ver los resultados de la creación de su instalación cada año, tanto económica como eléctricamente, y al mismo tiempo poder evaluar sus diversos efectos, como el medio ambiente, la sostenibilidad, la generación de riqueza local y la propia economía de consumo.

Ya se han iniciado relaciones con algunos municipios y administraciones para avanzar en este ámbito, con el objetivo de formar las primeras cooperativas en 2021.

0 millas de energía 
Este proyecto de cooperativas locales de consumo de energía permitirá a los ciudadanos comprender cómo consumen energía y cómo se generan sus instalaciones. De esta manera, aprovechamos la oportunidad de implementar estrategias de consumo con el fin de ajustar y mejorar la economía para que la forma de creación y consumo sea lo más cercana posible. Ser socio de la cooperativa supondrá realizar una inversión para la compra de los paneles que integrarán la instalación. Estas instalaciones tendrán un período de funcionamiento muy largo (según las previsiones iniciales, 25/30 años, aunque cada cooperativa podrá ampliar este plazo), que podría ser una solución para casi toda la vida.

Esta inversión se recuperará o amortizará de forma paulatina, en función del plan de recuperación que se personalizará para cada proyecto. Al mismo tiempo, los resultados económicos relacionados con la generación eléctrica se incluirán en las facturas anuales.

Por tanto, el objetivo es generar tanta electricidad verde como cada persona consume, sentirse protagonista en cuanto a cómo satisfacer las necesidades del hogar, y así empezar a ampliar o abordar formas de participar en la generación de energía renovable. Todo ello, por supuesto, con la ayuda de las administraciones y organismos más cercanos, para asegurar una gestión adecuada y correcta; siempre en el marco del modelo de cooperativismo, que implica ser protagonista de todo el proceso.