La Asociación Española de Normalización y Certificación, Aenor, ha otorgado al Ente Regional de la Energía (EREN) la máxima certificación de gestión energética, basada en la Norma ISO 50001. Esta acreditación internacional reconoce la implicación del organismo dependiente de la Consejería de Economía y Hacienda con el ahorro en recursos energéticos y complementa la certificación de gestión medioambiental ISO 14001, que obtuvo en 2009 y ahora acaba de renovar.

El edificio que alberga la sede del EREN, la Dirección General de Energía y Minas y el Laboratorio Regional de Combustibles (Larecom), ubicado en León, es referente de la arquitectura y la ingeniería por aplicar los conceptos de sostenibilidad, bioclimatismo y alta eficiencia energética. Se trata de un inmueble proyectado y construido para aprovechar al máximo los recursos energéticos gratuitos disponibles en la zona y aplicar en sus instalaciones las más avanzadas y eficientes tecnologías energéticas.

Ejemplo de sus buenas prácticas son el atrio interior que funciona como un acumulador de aire y la cámara acristalada que lo acondiciona para la ventilación de las zonas de oficinas mediante la captación pasiva de la radiación solar; las instalaciones de aprovechamiento de energía solar para producir agua caliente sanitaria y electricidad; la microcogeneración de energía eléctrica y térmica a partir de un mismo combustible; la caldera de biomasa para calefacción o el techo frío para aclimatación de las dependencias.

Para complementar las medidas adoptadas en el diseño del edifico, se implantó en 2009 un sistema de gestión ambiental conforme a la Norma UNE-EN ISO 14001:2004, que trata de identificar los impactos ambientales para reducirlos y minimizar así los consumos de agua, energía o materias primas, entre otros.

Ahorros del 22 % en el consumo de gas y del 15,7 % en electricidad desde 2009

Desde entonces, la sede del EREN se somete cada año a las auditorías externas e internas obligatorias para renovar la certificación. Los resultados han sido satisfactorios, ya que en seis años se ha reducido hasta un 22 % el consumo de gas natural; un 15,7 % el de electricidad y un 7,6 % la utilización de papel. Esta validación internacional reporta múltiples beneficios, al distinguir al ente público como una organización socialmente responsable y competitiva.

En 2014, el ente público se fijó un nuevo reto: certificar el sistema de gestión energética con la ISO 50001:2011, una norma que permite determinar la estrategia en el uso de la energía, estableciendo los indicadores de desempeño energético para analizar la evolución del consumo y corregir a tiempo las posibles desviaciones.

Doble acreditación

El objetivo es disminuir todavía más el consumo de energía del edifico, además de servir como ejemplo de buenas prácticas para otros entes públicos y empresas. De hecho, el reconocimiento emitido ahora por Aenor convierte al EREN en uno de los primeros organismos de la Junta con doble acreditación, la ISO 14001 y la ISO 50001, experiencia sobre la que ha asesorado al Museo de León y a la Biblioteca Pública de Palencia, ambos de titularidad autonómica.

Los sistemas de gestión energética y de gestión medioambiental son de aplicación voluntaria, aunque cada vez más organizaciones optan por su implantación dada la alta valoración que les confieren los clientes, además de constituir un requisito exigido cada vez con mayor frecuencia a los proveedores.

Beneficios de su implantación para las grandes empresas

Por otra parte, la normativa nacional e internacional es cada vez más exigente en esta materia. De hecho, disponer de estos sistemas de gestión energética o ambiental exime a las grandes empresas –aquellas con más de 250 empleados en plantilla o con un volumen de negocio superior a 50 millones de euros anuales y un balance general que exceda de 43 millones– de la obligación de realizar una auditoría energética antes del 5 de diciembre de 2015 y, posteriormente, como mínimo, cada cuatro años. Un requisito endurecido recientemente, con la aprobación del Real Decreto 56/2016, de 12 de febrero, por el que se transpone la Directiva 2012/27/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2012, relativa a la eficiencia energética, en lo referente a auditorías energéticas, acreditación de proveedores de servicios y auditores energéticos y promoción de la eficiencia del suministro de energía, que determina el contenido mínimo de las auditorías energéticas y la cualificación de los técnicos que las realicen.