La Estrategia de Eficiencia Energética de Castilla y León 2020 reducirá un 32% el consumo energético de la Comunidad respecto a los valores de 1990, dejando de emitir más de 2,5 millones de toneladas de CO2.

 

La inversión pública y privada estimada para alcanzar este objetivo, que está 12 puntos por encima del fijado por la Unión Europea, se eleva a casi 800 millones de euros.

El documento elaborado por la Consejería de Economía y Hacienda a través del EREN da continuidad a los Planes previos, de Eficiencia Energética desarrollados en los periodos 2002-2007 y 2008-2012, que han permitido a la Comunidad avanzar en esta materia hasta lograr en 2013 un ahorro energético del 20,89 % en relación con los indicadores de 1990.

La importancia del sector energético se extiende a todos los ámbitos de actividad, gracias a la energía  las empresas pueden producir bienes y servicios, y las familias gozar de toda una amplia gama de prestaciones y, a la vez, mantener e incrementar su nivel de bienestar. El transporte público o el vehículo privado, la calefacción o el aire acondicionado, el alumbrado de las calles, la depuración de aguas, buena parte de los servicios sanitarios, son ejemplos de ese nivel de bienestar alcanzado gracias al buen funcionamiento del sector energético.

La producción y el consumo de energía también inciden directamente en dos aspectos o campos de vital importancia: el medio ambiente, que podría degradarse por un uso excesivo o inadecuado de la energía, y la actividad económica, que podría decrecer debido a un consumo excesivo de energía y encarecer el coste de los productos y servicios.

A primera vista se puede pensar que a más actividad económica, más consumo de energía y mayor deterioro del medio ambiente. Sin embargo esto no tiene porqué ser así, pues Castilla y León ha crecido económicamente en los últimos años a la vez que se ha consumido menos energía.

Esto ha sido posible por la aplicación de políticas o planes de ahorro y eficiencia energética (PAEE 2002-2007 y PAEE 2008-2012).

La cantidad de energía que consume un país o región por unidad de PIB se denomina Intensidad Energética y ésta, ha bajado en Castilla y León un 33,3 % desde el año 2000 al 2014.

Los estados miembros de la Unión Europea adquirieron el compromiso de reducir un 20% el consumo energético y los niveles de CO2 en el año 2020 con referencia a 1990, para mejorar la eficiencia energética. Este objetivo, si bien está lejos de ser alcanzado de manera global en Europa, se cumple en Castilla y León, donde en 2013 se alcanzó ya el 20,89 % de ahorro energético en relación con los indicadores de 1990.

Ante esta situación, la Consejería de Economía y Hacienda a través del Ente Regional de la Energía de Castilla y Leon ha diseñado la Estrategia de Eficiencia Energética 2020, dirigida a reducir en más de un 32,45 % el consumo de energía y en 30,24 % las emisiones de CO2 en Castilla y León hasta el año 2020 en comparación con los niveles de 1990.

Este objetivo se encuentra 12 puntos porcentuales por encima del objetivo marcado por la Unión Europea.

La estrategia ha sido sometida al proceso de información pública y se ha elaborado en consonancia con otros planes y estrategias nacionales y de la Comunidad Autónoma.

La implementación de la Estrategia. Sus medidas.

La EEE-CyL-2020 fija los objetivos de ahorro energético y de reducción de emisiones de CO2 que se deben ir consiguiendo en los próximos años y propone 7 áreas estratégicas, 33 líneas de actuación y 79 medidas a aplicar. Con su aplicación se conseguirá un ahorro de energía primaria de 1.113,80 ktep y se evitará la emisión de 2.522.400 toneladas de CO2.

En el sector industrial, que afecta sobre todo a Pymes y autónomos, pero también a grandes empresas, se fomentará la sustitución de equipos e instalaciones por la mejor tecnología disponible lo que, ya de por sí, podrá llevar a un ahorro energético próximo al 30%; se apoyará la implantación de sistemas de Gestión Energética ISO-50001 que permiten una gestión eficiente de la energía y la mejora continua del proceso productivo. Además, se promoverá el aprovechamiento de energías residuales para su transformación en energía útil.

Una consecuencia importante estas medidas al reducir los costes energéticos será la mejora sustancial de la competitividad empresarial.

En el sector edificación, se establecen medidas de apoyo para mejora en los sistemas de climatización, iluminación y otros equipos consumidores de energía, así como para la rehabilitación de la envolvente térmica. Además, también se fijan incentivos para los edificios de consumo de energía casi nulo. Estas medidas se apoyan en la certificación energética de edificios, al ser ésta una herramienta que evalúa el consumo de energía del edificio y permite valorar la idoneidad de implantación de las mejoras.

En todos los casos, se cuenta con la colaboración y experiencia  de los instaladores y profesionales del sector  que son imprescindibles para la correcta implantación de las medidas.

El sector transporte, principal consumidor energético en Castilla y León debido a la gran extensión geográfica, reúne una serie de medidas que lo harán mucho más eficiente, reduciendo el consumo de energía. En principio, se lograrán importantes avances modificando los sistemas de movilidad de personas y mercancías hacia modelos más eficientes: cambio racional hacia el transporte público reduciendo el privado, mejora en las tecnologías actuales, cambio en las técnicas de conducción y utilización de combustibles alternativos como el gas natural comprimido, y los gases licuados del petróleo. Existe además un plan para el desarrollo y uso del vehículo eléctrico y del híbrido, siendo la Administración Autonómica de las primeras en incorporar vehículos eléctricos en la flota, disponiendo de casi 100 puntos de recarga de vehículos eléctricos en edificios propios.

La eficiencia energética en las entidades locales se acrecentará sobre todo mejorando las instalaciones de alumbrado exterior, sustituyendo los equipos que consumen energía en depuración de aguas y gestión de residuos; además, se implantarán sistemas de Gestión energética tipo ISO-50001 para planificar los objetivos de reducción energética.

La Administración autonómica como ejemplo práctico de las medidas.

El sector que hace referencia a la Administración autonómica tratará de ir por delante, para demostrar a empresas y otras instituciones la importancia del ahorro energético en su propia actividad, pues el consumo energético que genera no es significativo si se compara con el total de la Comunidad Autónoma. Algunos aspectos concretos serán la mejora de los equipamientos en los edificios administrativos, la sustitución de la iluminación interior, la implantación de sistemas de gestión energética o la elaboración de guías de buenas prácticas que faciliten y promuevan el ahorro energético.

El sector referido a I+D+i será un área de actuación transversal desde la que se promoverá la investigación en nuestras Universidades públicas, que ya vienen trabajando en líneas de eficiencia energética tales como soluciones bioclimáticas en la edificación, nuevos materiales de construcción con capacidades aislantes o aprovechamientos del calor residual en edificios e industrias. La puesta en marcha de todas medidas irá acompañada de campañas de comunicación, sensibilización y formación y convocatorias de ayudas públicas cofinanciadas con fondos FEDER.

La estrategia tiene su propia metodología de seguimiento con indicadores y criterios revisables periódicamente, con el fin de tomar las medidas más adecuadas en cada momento y seguir avanzando en los objetivos de la Estrategia, como un documento “vivo” que anualmente, mediante una serie de ratios y controles de seguimiento permitirá modificar o reforzar las medidas de mejora identificadas para ir viendo el grado de cumplimiento que se ha previsto.

 799,1 millones de euros de inversión y 17 entidades implicadas.

La inversión total asociada se estima en 799,1 millones de euros, de los que 547,9M€ (68,6%) será inversión privada y 251,2 M€ (31,4%) será pública, donde 192,4 millones de euros corresponden a la Administración central a través de los Programas gestionados por el IDAE, organismo adscrito al MINETAD.

Serán 17 las entidades gestoras responsables de la aplicación de los fondos públicos, con la coordinación del EREN, quien cuidará el cumplimiento de las previsiones que se han hecho en la EEE 2020, llevando a cabo el seguimiento permanente y continuo de los objetivos fijados e informando puntualmente de los avances y progresos.

Con la EEE 2020 Castilla y León despliega una política energética que mantendrá a la Comunidad en los primeros puestos europeos y mundiales de eficiencia energética, y que está provocando un crecimiento económico respetuoso con el medio ambiente, lo que facilitará a su vez el mantenimiento del estado del bienestar y una mejora importante de la competitividad empresarial.

Esta EEE2020 constata la importancia que Castilla y León da a la sostenibilidad energética, aportando nuestra Comunidad Autónoma el 22% de la electricidad renovable española, dentro de un sector eléctrico autonómico donde el 74% de la generación es renovable, y que es capaz de abastecer con electricidad renovable generada en la Comunidad el 164% de la demanda eléctrica autonómica.