El Gobierno de Asturias elaborará una Estrategia de Rehabilitación Energética de Edificios en Asturias con el objetivo de impulsar la descarbonización de la economía regional, contribuir a la actividad productiva y al empleo en el sector de la construcción y mejorar la calidad de vida a través de un mejor entorno edificatorio.
La iniciativa se enmarca dentro de las prioridades del Pacto Verde Europeo y la estrategia Renovation Wave de la Comisión Europea, y está alineada con el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE) y el PLAN DE RECUPERACIÓN, TRANSFORMACIÓN Y RESILIENCIA DE LA ECONOMÍA.
La creación de esta hoja de ruta será asumida por cuatro grupos de trabajo multidisciplinares donde, además del Ejecutivo autonómico y las direcciones generales mencionadas, participarán representantes municipales, la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), los sindicatos UGT y CCOO, los colegios profesionales, empresas del sector energético y de rehabilitación y entidades financieras, entre otros agentes sectoriales implicados.
Orientaciones de la estrategia
La estrategia plantea desarrollar posibilidades de financiación innovadoras, promover inversiones en eficiencia energética en edificios de titularidad pública y privada y aunar los esfuerzos de renovación en grandes bloques para aprovechar las economías de escala. Para ello, se plantean tres grandes objetivos:
- Objetivos asociados a la energía y medioambiente.
– Mejora del comportamiento energético y medioambiental del edificio
– Aprovechamiento de recursos energéticos regionales y contribución a la electrificación de la economía.
– Contribución a la transición energética justa y a la descarbonización.
– Alineamiento con las políticas europeas y nacionales de eficiencia energética, electrificación económica y aumento de energías renovables, de cumplimiento de objetivos climáticos y de descarbonización y digitalización.
– Reducción de dependencia energética y regional como consecuencia de la disminución del consumo de energía en edificios rehabilitados.
- Objetivos económicos y de generación de actividad.
– Contribución a la reactivación de la economía en el corto plazo, principalmente de los sectores de la construcción, la ingeniería y la actividad energética e industrial.
– Generación de empleo, mantenimiento del existente y capacidad de absorción de mano de obra local/territorial.
– Potenciación de la actividad en digitalización, domótica, redes inteligentes y transformación del mercado energético.
– Reducción del gasto asociado al consumo energético de administraciones, empresas y particulares, permitiendo reasignaciones de gasto a otras acciones y actividades y una mejora de la competitividad.
- Objetivos sociales y de confort.
– Disminución de la factura energética en todos los sectores de la población, especialmente relevante en los más desfavorecidos y contribución a disminuir la pobreza energética.
– Mejora de las condiciones habitacionales y de la salubridad para la lucha contra enfermedades epidémicas.
– Mejora de la salud pública, con efectos positivos en términos de indicadores de salud autopercibida, reducción de pérdidas laborales por incapacidad temporal y disminución de gasto sanitario y en medicamentos.
– Revalorización de patrimonio y regeneración estética (especialmente en los de mayor consumo, más antiguos y en peores condiciones de habitabilidad.
De acuerdo con diversos estudios, el parque de edificios consume en la actualidad el 30% de la energía final y dispone de un importante potencial de ahorro y de incorporación de energías renovables en el marco del proceso de transición energética y descarbonización de la economía.
Existe un amplio potencial de mejora en ámbitos que van desde cambios en la envolvente térmica, a la incorporación de instalaciones de generación basadas en fuentes renovables (biomasa, geotermia, solar, bomba de calor, o la generación eléctrica renovable para el autoconsumo), así como la mejora en los sistemas de iluminación.