Partiendo del análisis previo realizado por la Agencia Andaluza de la Energía, el mayor aprovechamiento de las renovables o el desarrollo sostenible de infraestructuras son algunas de cuestiones destacadas.

Tras el proceso participativo para incorporar la perspectiva y el consenso de empresas, ciudadanos y administraciones en el diagnóstico de la situación energética de Andalucía, necesario para la elaboración de la Estrategia Energética de Andalucía a 2030,  ha tenido lugar la primera reunión del grupo de trabajo de redacción de este documento de planificación energética, en la que se han  identificado las prioridades de actuación durante la próxima década para que la Junta de Andalucía pueda avanzar en la transición energética hacia un modelo energético más eficiente y neutro en carbono.

Entre ellas se encuentran el aprovechamiento del potencial renovable disponible en Andalucía a través de una mayor electrificación de la demanda de energía, la necesidad de usar la energía de manera más eficiente, el empleo de la energía como palanca para hacer a la industria andaluza más competitiva, el desarrollo de infraestructuras energéticas para mejorar el suministro, la necesidad de compatibilizar la transición energética con las actividades tradicionales y la conservación de la biodiversidad, o ampliar el conocimiento y la participación de toda la sociedad en las cuestiones energéticas.

Este grupo de trabajo, que colabora con la Consejería de Hacienda y Financiación Europea en el proceso de elaboración de la futura Estrategia, a través de la Agencia Andaluza de la Energía y la Dirección General de Energía, está constituido, por razón de sus competencias, por las Consejerías de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades; Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio y Salud y Familias; además del Comisionado para el Cambio Climático y Modelo Energético.

Partiendo del diagnóstico previo de la situación energética realizado por la Agencia Andaluza de la Energía (que actúa, además, como Oficina Técnica en todo el proceso de elaboración de la Estrategia), durante la reunión se ha debatido sobre los aspectos del sistema energético actual que dificultan u obstaculizan la transformación del actual sistema energético, priorizado los problemas, necesidades y retos que han de ser abordados en el marco de la futura Estrategia.

Andalucía ha reducido un 30% el consumo de fósiles

Según los datos ofrecidos por la Agencia Andaluza de la Energía, la Comunidad Autónoma ha incrementado en un 250% el consumo de fuentes renovables en el periodo 2007-2019, reduciendo en más de un 30% el consumo de combustibles fósiles. Asimismo, el 39% de la electricidad producida en 2019 fue de origen renovable, lo que indica que la dependencia de los combustibles fósiles va descendiendo en la generación eléctrica. Pero queda mucho por avanzar porque estos recursos de elevadas emisiones de gases de efecto invernadero causantes de cambios en el clima, los cuales debemos importar, todavía suponen más de las tres cuartas partes del consumo total de la Comunidad, algo que se acentúa en el sector transporte donde el 94% de su demanda energética se abastece mediante productos petrolíferos.

Por ello, durante la reunión del grupo de trabajo de redacción de la Estrategia, se han incluido entre las prioridades de actuación el aumentar los usos eléctricos para aprovechar el potencial renovable autóctono disponible, dando cabida a otros vectores energéticos a partir de fuentes renovables, mejorando las infraestructuras existentes de manera respetuosa con el medio ambiente y con otras actividades productivas de carácter más tradicional que deben coexistir en el territorio.

También se ha comentado la necesidad de impulsar un cambio de conciencia en la sociedad andaluza, a través de la educación por la sostenibilidad y el consumo responsable, convirtiéndola en motor de impulso de la transición energética; considerando imprescindible formar e informar a la ciudadanía para que pueda tomar las decisiones más adecuadas sobre el uso de la energía.

Otra prioridad que se ha identificado es la de optar por un modelo de consumo bajo en carbono, basado en la energía de origen renovable a un precio asequible, ya sea a través de la red convencional, de instalaciones propias de autoconsumo o mediante nuevas estructuras de generación y consumo compartidas, tales como las comunidades energéticas locales.

Una mayor actividad innovadora en el sector empresarial energético, utilizar la Estrategia Energética como herramienta para el fomento y desarrollo de una industria andaluza competitiva y sostenible, y la mejora de la cualificación y la formación profesional para abordar esta transición energética hacia un nuevo modelo neutro en carbono, que sirva de impulso para el crecimiento económico y la generación de empleo, son otras prioridades destacadas.

En la reunión también se ha puesto de manifiesto la importancia de trabajar para seguir mejorando la eficiencia energética del sistema. En este sentido, en 2019 se consumió un 13 % menos de energía que en 2007 para producir una unidad económica de PIB, denominada intensidad energética, pero todavía está por encima de la media nacional y europea, lo que supone que tiene margen de mejora. Esto es determinante para conseguir una reducción del consumo de energía que contribuya al cumplimiento de los objetivos energéticos de la Unión Europea y clave a la hora de incrementar la competitividad empresarial y reducir el impacto del coste energético en la factura doméstica.

En lo que respecta a la administración, se ha puesto de relieve en esta primera reunión del grupo de trabajo de redacción, la necesidad de dotarla de los recursos suficientes y de actualizar los conocimientos de sus técnicos, así como de agilizar y coordinar las actuaciones entre los diferentes departamentos, posibilitando que empresas y ciudadanía puedan aprovechar las oportunidades que la transición energética ofrece. En este ámbito se ha recalcado el continuar con el trabajo de mejora de la eficiencia energética y aprovechamiento de renovables en los edificios públicos.

Teniendo como referencia todos estos parámetros, se definirán los objetivos y el desarrollo programático y operativo de actuación del Gobierno andaluz en los próximos años en el marco de su política energética, necesarios para avanzar en el camino hacia la sostenibilidad que está recorriendo Andalucía.