La Agencia Andaluza de la Energía ha destinado hasta la fecha más de 460 millones en incentivos, destaca el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo.

 

El Gobierno andaluz, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, ha puesto a disposición de hogares, empresas y entidades públicas más de 460 millones de euros en incentivos para desarrollar proyectos de mejora y eficiencia energética que movilizarán inversiones por un valor superior a los 1.600 millones en Andalucía.

“Los andaluces han solicitado ayudas para instalar autoconsumo en sus hogares y empresas, para almacenamiento, para mejorar la eficiencia energética de sus viviendas y negocios y para apostar por la movilidad sostenible. Y también sectores productivos fundamentales para la economía andaluza, como el agropecuario y la industria, pueden recibir ayudas específicas para mejorar su competitividad a través de la inversión en mejoras energéticas”.

Así lo ha destacado el consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo, durante su comparecencia en el Pleno del Parlamento andaluz, en la que ha detallado las líneas de ayudas puestas en marcha por la Agencia Andaluza de la Energía, que actualmente tramita más de 34.000 expedientes.

A lo largo de la legislatura, la Agencia habrá gestionado diez programas de incentivos que suman un presupuesto global de 666 millones financiados con fondos Next Generation, fondos FEDER y el Fondo Nacional de Eficiencia Energética.

Respecto al programa de autoconsumo, almacenamiento y energías térmicas, Bravo ha explicado que, con sus 97,2 millones de presupuesto, ha tenido una gran respuesta. “Desde su apertura el pasado 2 de diciembre, se han recibido más de 6.300 solicitudes, con un incentivo asociado de 90 millones y 370 millones de inversión”.

Sobre los incentivos destinados a movilidad sostenible, Bravo ha precisado que el transporte es el sector que más energía consume, por lo que la apuesta por una movilidad eficiente y sostenible “no es solo deseable, sino que es realmente necesaria”. Los andaluces pueden acceder a las ayudas del programa MOVES, cuya tercera edición está actualmente abierta, dotada con 67,5 millones. MOVES incentiva la adquisición de vehículos de energías alternativas, fundamentalmente eléctricos, y las infraestructuras de recarga para esos vehículos. En las tres ediciones del programa, se han recibido casi 6.000 solicitudes, con un incentivo asociado de casi 47 millones que generarán una inversión de más de 230 millones en la comunidad.

El consejero se ha referido, además, a los incentivos para la rehabilitación energética de edificios. Con el PREE 5000, cuyas ayudas pueden pedirse desde el pasado 26 de enero, ciudadanos, empresas y entidades de municipios de hasta 5.000 habitantes tienen 5,4 millones de presupuesto para mejorar la eficiencia energética en la envolvente térmica o en la iluminación, así como la incorporación de energías renovables en las instalaciones térmicas de calefacción, climatización, refrigeración, ventilación y agua caliente sanitaria.

“Una gran oportunidad para que en 544 pequeños municipios de Andalucía, el 69% de los 785 que hay en la comunidad, se realicen inversiones que contribuyan, además de a mejorar energéticamente las edificaciones, a fomentar la actividad productiva y el empleo local, contribuyendo a luchar contra la Andalucía vaciada”, ha precisado.

Este programa es la continuación del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), abierto desde febrero hasta julio del pasado año, a través del cual se recibieron más de 1.000 solicitudes para mejorar viviendas unifamiliares, bloques de vecinos e inmuebles públicos y que, además de movilizar 87 millones de inversión, supondrá la mejora de la calificación energética de esos inmuebles.

El impulso a la mejora energética también se extiende a los sectores productivos. A día de hoy hay abiertos dos programas dedicados específicamente al sector industrial y al agropecuario. A través del Programa para actuaciones de eficiencia energética en pyme y gran empresa del sector industrial en Andalucía, abierto desde diciembre de 2019 hasta finales de 2023, se han recibido cerca de 300 solicitudes de ayudas, que conllevan un incentivo de 70 millones y que generarán una inversión de 300 millones.

También hasta el 31 de diciembre de 2023 se pueden solicitar los incentivos para la mejora de la eficiencia energética en explotaciones agropecuarias e instalaciones de regadío, un sector fundamental para nuestra región y que no puede quedar al margen de la transición energética, ha dicho Bravo.

Asimismo, a través del Programa regional para el desarrollo energético sostenible de Andalucía se han promovido actuaciones que facilitan a hogares, empresas y administraciones reducir su demanda energética y utilizar la energía de la forma más inteligente y eficiente posible. Durante la legislatura se han tramitado ayudas por más de 220 millones que llevan asociada una inversión superior a los 600 millones.

El consejero ha destacado, además, que se trata de un programa cuyas bases reguladoras se han diseñado desde Andalucía, por lo que “está totalmente adaptado a las necesidades de Andalucía, motivo por el cual ha tenido una enorme demanda y hoy su presupuesto está prácticamente agotado”.

“Andalucía puede y debe liderar la transición energética y hacerlo aprovechando los abundantes recursos naturales de los que dispone la comunidad”, ha señalado Bravo, quien ha apuntado que, junto al apoyo financiero en forma de incentivos, el Gobierno andaluz trabaja para dar la confianza necesaria a inversores, potenciar la simplificación administrativa, modernizar la Administración para que sea más ágil en los procedimientos, y en el diseño de una planificación energética adaptada a las necesidades de la comunidad autónoma.

Máximo aprovechamiento de los fondos Next Generation

El consejero de Hacienda y Financiación Europea ha lamentado que el Gobierno central no haya contado con las comunidades autónomas a la hora de diseñar los programas ni haya atendido las propuestas de mejora que se le han trasladado desde la Administración autonómica para garantizar el mayor aprovechamiento posible de estos fondos.

Además, ha considerado que el Ejecutivo central debería haber tenido en cuenta las particularidades de cada región como son las condiciones climáticas, la edad del parque de viviendas o la renta per cápita, al tiempo que ha criticado la complejidad técnica de su tramitación y la falta de coordinación entre Ministerios, que se refleja en la duplicidad de programas de incentivos.