EI Ente Vasco de la Energía, Repsol y Grupo Ase han creado la sociedad Medusa para impulsar la movilidad eléctrica sostenible y prestar servicios de recarga inteligente a vehículos eléctricos, a partir de infraestructuras eléctricas ya existentes

El Ayuntamiento de Bilbao, Alsa (operador del servicio de Bilbobus) y los socios de Medusa (empresa creada entre el Ente Vasco de la Energía, Repsol y Grupo Ase) han presentado el primer proyecto desarrollado por esta empresa de alternativas de suministro eléctrico que optimizan la potencia contratada de infraestructuras eléctricas ya existentes.

La primera solución que se pondrá en marcha desde Medusa, aprovecha la red eléctrica ferroviaria de Metro Bilbao para alimentar la infraestructura de recarga inteligente que se instalará en las cocheras de Bilbobus de Ribera de Elorrieta. Esta solución permite utilizar una infraestructura ya existente y de alta potencia, como es la de Metro Bilbao, para dar un servicio complementario a otro transporte público, Bilbobus, en horas en las que ambos servicios reducen su actividad, las horas nocturnas. Esta solución minimiza inversiones en nuevas conexiones eléctricas y optimiza el uso de la potencia contratada. El sistema diseñado permite recargar la flota de autobuses sin afectar al servicio ferroviario. La alimentación eléctrica a los trenes primará siempre sobre la recarga a los autobuses si en ese horario hay servicio de metro, reduciéndose la recarga de los autobuses en el momento de paso de trenes. En los horarios nocturnos en los que no haya servicio de metro será cuando la recarga de los autobuses será más intensiva. De esta forma se optimiza todo el sistema.

Este proyecto cuenta con el impulso de los fondos Next Generation y ha sido posible gracias a Medusa, empresa fruto de la colaboración pública privada de EVE, Repsol y Grupo Ase y a la implicación del Ayuntamiento de Bilbao, Metro Bilbao, y Alsa.

Se apuesta, una vez más, por el esquema público-privado para impulsar proyectos estratégicos en Euskadi. Gracias a la innovación y el desarrollo tecnológico se abren nuevas opciones para la necesaria electrificación del transporte, que es el sector que más energía consume en Euskadi, por delante de la industria.

Este modelo de recarga ha sido presentado hoy por el Director General del Ente Vasco de la Energía Iñigo Ansola en representación de Medusa, la Concejala de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao Nora Abete, el Director Gerente de Metro Bilbao Eneko Arruebarrena y el Director de la Zona Norte de Alsa Luis García Panizo, en  compañía de Enrique Monasterio, Director de Desarrollo e Innovación del EVE y consejero de Medusa, quien ha ofrecido los detalles más técnicos del proyecto. A la presentación también ha asistido el Presidente de Medusa y a su vez Director General del Grupo Ase Ramón López.

La iniciativa pone en marcha algo inédito como es que una empresa de transporte suministre energía a otra empresa de transporte y tiene vocación de extenderse; de hecho, ya se estudia la posibilidad de que se pueda extrapolar a otras ciudades.

Medusa

Medusa es una empresa de iniciativa público-privada (Ente Vasco de la Energía, Repsol, Grupo Ase) que se ha creado para impulsar la electromovilidad sostenible y prestar servicios de recarga inteligente a vehículos eléctricos, a partir de infraestructuras eléctricas existentes. Permite favorecer la electrificación de los consumos en el ámbito de la transición energética hacia un entorno 100% renovable.

Medusa pone infraestructuras eléctricas existentes al servicio de flotas de vehículos eléctricos para su recarga, recurriendo a la potencia eléctrica excedente. Este esquema es aplicable en redes ferroviarias, complejos industriales, grandes fábricas, instalaciones portuarias… Se optimiza así el uso la potencia contratada. Esta solución permite la recarga inteligente a partir de grandes consumidores que requieren de la contratación de altas potencias de energía eléctrica que no utilizan de forman continuada a lo largo del día, a autobuses urbanos, vehículos industriales y vehículos particulares eléctricos.

Entre las ventajas que ofrece este planteamiento pionero destacan el aprovechamiento de infraestructuras eléctricas existentes sin necesidad de solicitar un nuevo punto de acceso y distribución a la red, un precio más competitivo (se paga por el coste variable del suministro eléctrico, pero no por el término de potencia), la seguridad de suministro y la automatización y operación inteligente del proceso de recarga.