La envolvente térmica de un edificio o vivienda se compone de los cerramientos y huecos que separan los recintos habitables del ambiente exterior. Hablamos de paredes, muros, cubiertas, marcos de puertas y ventanas y de superficies acristaladas. Es como la piel que protege el edificio de la temperatura, el aire y la humedad exterior y puede hacer que se pierda mucho dinero en energía si no es lo suficientemente eficiente.

 

Las normas constructivas, que históricamente eran menos exigentes, y el deterioro debido al paso del tiempo, han llevado a que buena parte del parque edificatorio andaluz actual disponga de envolventes con aislamientos deficientes. Su mejora y adecuación a unos estándares mínimos de la mano de la rehabilitación energética es el primer paso para incidir de manera directa en el ahorro en climatización, tanto de calefacción como de refrigeración, pero también en el confort térmico y acústico de las personas que los habitan y en la mejora del medio ambiente.

Dada la importancia de actuar en este aspecto tan crucial de la eficiencia energética que repercute de forma directa en la reducción de la factura de energía y las emisiones contaminantes, la Junta de Andalucía, a través del programa para el desarrollo energético sostenible de Andalucía, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y gestionado por la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Política Industrial y Energía, ha apoyado la mejora del comportamiento térmico de 4.812 inmuebles y hogares mediante la ejecución de 4.966 actuaciones de eficiencia energética.

De esta forma, ciudadanos y comunidades de propietarios andaluces han recibido 25,2 millones de euros en incentivos, el 80% del total procedente de fondos FEDER, para actuaciones de eficiencia energética en sus hogares. Entre ellas, la sustitución de ventanas por otras térmicamente más eficientes, la mejora del aislamiento en fachadas, cubiertas o suelos con nuevos revestimientos de aislamiento térmico desde el exterior o usando eco-materiales como reciclados, corcho, lana de roca, lana de vidrio, o mediante la aplicación de pinturas o materiales reflectantes. También actuaciones dirigidas a mejorar la protección solar. Un conjunto de medidas que, además, han ayudado a la creación de riqueza y empleo, puesto que han servido para movilizar en la región una inversión global de algo más de 40 millones de euros.

Estos incentivos han alcanzado a 416 municipios de los 785 que componen la región, lo que supone que las ayudas han llegado al 53% de los pueblos y ciudades de Andalucía.

La Agencia Andaluza de la Energía estima que el ahorro en la demanda energética para estas casi 5.000 intervenciones asciende a 8.859.068 kWh/año, las cuales están evitando ya la emisión a la atmósfera de 4.616 toneladas de CO2/año.

Medidas de eficiencia energética realizadas

Entre las medidas realizadas por la ciudadanía andaluza cofinanciadas con estos fondos europeos destaca, por haber sido la más demandada, la renovación de ventanas y huecos acristalados por otros más eficientes. Así, se han incentivado 4.675 instalaciones para la renovación de vidrios, sustitución de ventanas y huecos acristalados incluidas persianas, la instalación de doble ventana sin sustituir las existentes o soluciones avanzadas de aislamiento térmico, que han supuesto una inversión de 36,2 millones de euros de la que casi 23 millones de euros ha sido cofinanciada por Fondos FEDER.

La adecuación térmica y la mejora de la habitabilidad de las viviendas y los edificios ha sido posible gracias a las 286 obras de aislamiento en cerramientos -fachadas, cubiertas o suelos- en las que se ha realizado una inversión de 3,8 millones de euros y con las que se han evitado temperaturas inadecuadas en el interior de estos.

Así, por ejemplo, se han realizado obras de fachada ventilada, que se caracterizan por crear una cámara de aire en la fachada exterior del edificio que evita el sobrecalentamiento en los meses de más calor y la entrada de frío en invierno, favoreciendo el ahorro energético, entre otros beneficios. En muchos casos se ha conseguido incluso la eliminación total del uso de equipos generadores o consumidores de energía como estufas, ventiladores, deshumidificadores y aires acondicionados, que eran utilizados masivamente antes de ejecutar las actuaciones. Estas obras han sido incentivadas por la Agencia Andaluza de la Energía con casi 2,3 millones de euros.

También se han llevado a cabo, aunque en menor número, actuaciones de mejora de la protección solar o sombreado que han supuesto 6.036 euros en ayudas y que han permitido un mejor acondicionamiento térmico de los edificios mediante el control automático o manual, con sistemas de contraventanas, voladizos, y toldos para ventanas entre otros métodos, de la radiación solar sobre las viviendas. Estas sencillas actuaciones han permitido a los ciudadanos beneficiarios de estas ayudas un ahorro de energía final cercano a los 10.000 kWh/año.