El evento final del proyecto europeo IMIP, organizado por la Agencia Andaluza de la Energía en Sevilla, muestra los resultados del uso de recursos locales para mejorar la eficiencia energética
 

 

Promover la utilización de productos de la madera y el corcho en la construcción y rehabilitación de edificios públicos por su alta eficiencia energética al emitir menos gases de efecto invernadero en su producción y transformación industrial y contar con gran capacidad de almacenamiento de carbono, actuando como sumidero prolongado en el tiempo, es el objetivo principal del proyecto IMIP que acaba de concluir.

Este proyecto europeo, enmarcado en el programa Interreg Sudoe, ha tenido como hoja de ruta la sustitución de los tradicionales materiales de construcción por el uso de la madera y el corcho como excelentes materias primas naturales locales para la mitigación del cambio climático en el sureste de Europa -donde aún existen pocos edificios construidos con estos elementos en comparación con otras regiones europeas- y para la generación de empleo local.

La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Industria, Energía y Minas, como socio del proyecto ha sido la encargada de organizar en Sevilla el acto final de presentación de resultados del proyecto IMIP, donde los cerca de 200 asistentes, la mayor parte virtuales, han podido conocer el diseño de un innovador sistema constructivo reutilizable basado en piezas modulares prefabricadas caracterizadas por su fácil, rápido y económico montaje y desmontaje, lo que reduce los costes energéticos de demolición y favorece la reutilización del material de desecho, ayudando así a la bioeconomía circular en el sector de la construcción. La materia prima utilizada ha sido madera de menor calidad disponible en los bosques de pino que crecen en condiciones mediterráneas en alta montaña, sobre todo en Francia y España (pinus pinaster y pinus uncinata) y corcho, muy importante en Portugal y España.

Principales resultados

El Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (INIA) ha presentado las características técnicas de esta solución constructiva para la que se han producido cuatro tipos de paneles de diferentes proporciones y composición para su uso en cubiertas, fachadas y suelos, mientras que el Institut Technologique Forêt Cellulose Bois-construction Ameublement, de Francia, ha explicado los ensayos realizados, correspondientes, entre otros, a su resistencia al fuego y al envejecimiento, su eficiencia energética o el aislamiento frente a ruidos.

Durante el evento final, los asistentes presenciales y virtuales también han podido conocer, de la mano de la Agencia Andaluza de la Energía y la Universidad Politécnica de Valencia, una herramienta interactiva de realidad virtual inmersiva que permite una exposición hiperrealista de un proyecto constructivo y su modelado 3D donde se utilizan las soluciones tecnológicas desarrolladas, la cual estará accesible próximamente a través de la página web de IMIP.

La Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) también ha mostrado una aplicación de acceso libre para el cálculo del efecto de mitigación del cambio climático de los productos de madera y corcho. Esta aplicación permite, además, generar un fichero para su utilización en los programas oficiales de calificación de eficiencia energética. Asimismo, ha expuesto las cuatro experiencias piloto en edificios públicos de las regiones participantes (dos en Valencia, una en Francia y otra en Portugal), en las que se están evaluando los beneficios de los nuevos elementos constructivos respecto a los sistemas tradicionales desde el punto de vista energético, medioambiental, estructural, acústico y de combustión, durabilidad y estabilidad.

El Instituto Superior de Agronomía de Lisboa y el Instituto Valenciano de la Edificación han presentado las estrategias desarrolladas para un mayor uso de la madera y el corcho en los edificios públicos del suroeste de Europa, así como la hoja de ruta para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos mediante la utilización de los recursos biológicos locales con medidas como la formación de profesionales o el impulso de la compra pública innovadora.

Por último, la Universidad Politécnica de Valencia, como líder del proyecto, ha destacado la baja eficiencia actual de los edificios, responsables del 40% del consumo energético en Europa y del 50% del consumo de materias primas, y ha enumerado los principales desafíos a los que se enfrenta el sector de las construcciones con madera entre los que se encuentran la falta de una gestión sostenible en la mayoría de los bosques y la escasez de empresas que se dediquen al aprovechamiento de los residuos forestales como elementos constructivos.

Este evento de cierre del proyecto IMIP contó también con la presencia de la directora del Secretariado Conjunto del programa Interreg Sudoe, Isabelle Roger, que repasó los principales resultados del programa y presentó las nuevas líneas de actuación del marco 2021-2027.

Socios

El proyecto IMIP está conformado por nueve entidades públicas y privadas de España, Francia y Portugal que cubren toda la cadena de valor de las soluciones constructivas. Junto a la Agencia Andaluza de la Energía, forman parte del consorcio por parte de España el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del CSIC, el Instituto Valenciano de Edificación, la Universidad Politécnica de Cataluña y la Asociación de Investigación Técnica de las Industrias de la Madera. Por parte de Francia, el Institut Technologique Forêt Cellulose Bois-construction Ameublement y Póle de Compétitivité Xylofutur, así como el Instituto Superior de Agronomía de la Universidad de Lisboa lo hace por parte de Portugal.