
La Generalitat, a través del Instituto Catalán de Energía (ICAEN), ha hecho públicas las bases reguladoras para la concesión de ayudas para la instalación de infraestructuras de recarga para el vehículo eléctrico, con el objetivo de ir extendiendo la red de recarga para recorridos interurbanos.
La Generalitat, a través del Instituto Catalán de Energía (ICAEN), ha hecho públicas las bases reguladoras para la concesión de ayudas para la instalación de infraestructuras de recarga para el vehículo eléctrico, con el objetivo de ir extendiendo la red de recarga para recorridos interurbanos.
La iniciativa se enmarca en el Plan de Acción para el despliegue de de infraestructuras de recarga para los vehículos eléctricos de Cataluña (PIRVEC) 2016-2019, estará dotada con 864.750 euros en forma de subvención y de 90.000 euros para la prueba piloto en estaciones de servicio.
El objetivo final de la línea de ayudas es el de facilitar el despliegue en Cataluña de una red de infraestructura que se fundamente en la recarga vinculada, y que cuente con el apoyo de una sólida red de recarga rápida de carácter estratégico para usos puntuales y para largos recorridos interurbanos, garantizando el suministro en distancias no superiores a 100 kilómetros. Así, esta línea establece diferentes requisitos en función de cada tipología de estación de recarga:
- Electrolineras rápida de 50 kW: Se concederán ayudas a estaciones de acceso público de como mínimo 50 kW de potencia, que permiten cargar más de 120 kilómetros de autonomía en menos de 30 minutos. Esta es la tecnología de máxima capacidad que a fecha de hoy admiten los vehículos eléctricos que se comercializan a España y a la UE, a excepción de la marca Tesla que pueden cargar a 120 kW.El equipamiento tendrá que ser compatible con cualquier vehículo eléctrico estándar, tendrá que ser accesible para cualquier usuario de vehículo eléctrico sin necesidad de tener que estar dado de alta a ningún servicio, y tendrá que ser activable mediante un teléfono móvil inteligente. Por lo tanto, elimina la necesidad de disponer de una tarjeta de fidelidad ya sea municipal o de gestor de recarga como sucede a fecha de hoy, siendo una clara barrera para los conductores que se desplazan para la red vial.Se priorizan los municipios próximos a dos o más ejes viales, y también se valorará su distancia con relación a otras estaciones rápidas existentes o propuestas. De esta manera, se favorece la implantación de una red rápida en puntos estratégicos próximos de la red vial (XarxaRàpidaCat), que facilite la circulación de vehículos eléctricos en trayectos interurbanos para todo el país.
- Electrolineras de 20 kW: Se concederán ayudas a estaciones de acceso público de como mínimo 20 kW de potencia, que permiten obtener una autonomía de 100 kilómetros en 2 horas. El equipamiento tendrá que ser compatible con cualquier vehículo eléctrico estándar, tendrá que ser accesible para cualquier usuario de vehículo eléctrico sin necesidad de tener que estar dado de alta a ningún servicio, y tendrá que ser activable mediante un teléfono móvil inteligente.En este caso, se dará prioridad en estaciones que se ubiquen en zonas densamente pobladas y también a su máxima disponibilidad a lo largo del tiempo. El objetivo es que estos puntos se instalen preferentemente en aquellas zonas donde los ciudadanos efectúan estancias de una duración superior a la hora, ya sea por motivos de movilidad cotidiana o de ocio.
- Electrolineras vinculadas: se admitirán ayudas a ciudadanos que adquieran un vehículo eléctrico que les permita disponer de 100 kilómetros de autonomía cargando a lo largo de 6 horas y sin necesidad de incrementar la potencia contratada.Se da prioridad a aquellas instalaciones ubicadas en viviendas plurifamiliares o aparcamientos comunitarios dado que las viviendas unifamiliares no requieren de ninguna inversión para cargar un vehículo a potencia de 2,7 kW. Se prevé dar cobertura en 150 electrolineras que se podrán sumar con las ayudas de los fabricantes de vehículos.Estas ayudas se dirigen a administraciones públicas, en el caso de electrolineras rápida de 50 kW y de 20 kW y a particulares, en el caso de las electrolineras vinculadas con potencias en torno a los 3 kW.Con respecto a infraestructura rápida de 50 kW ubicada en estaciones de servicio o gasolineras, las barreras económicas, legales y administrativas existentes actualmente en la legislación estatal hacen inviable, a excepción de pruebas piloto o de proyectos europeos, que el sector privado se interese en invertir en modelos de negocio basados en la red de recarga rápida. A modo de ejemplo, una electrolinera de 50 kW tiene un gasto anual por la potencia contratada de 4.000 euros, más allá de la energía que pueda suministrar a los vehículos. Esta misma infraestructura en el estado francés tiene un coste fijo de 2.000 euros y a Portugal de 850 euros por lo tanto, la mitad y una cuarta parte respectivamente que el coste que tendría en Cataluña. Eso hace que se imposibilite el modelo de negocio que no sería viable ni siquiera en 20 años vista con más del 50% del parque de vehículos eléctrico.