El director de la Agencia Extremeña de la Energía (AGENEX), Cosme Segador, ha participado hoy en Mérida en el ‘workshop’ internacional “Instrumentos Financieros para Energías Renovables”, enmarcado en los actos que desde ayer se están llevando a cabo para el lanzamiento del proyecto europeo FIRESPOL, que está coordinado por AGENEX.

 

Según ha explicado Segador, FIRESPOL está cofinanciado por el programa Interreg Europe y tiene como objetivo promover las energías renovables con esquemas de financiamiento público y privado “que van más allá de las subvenciones tradicionales, avanzando hacia innovadores instrumentos financieros o esquemas de subvenciones más complejos”.

El responsable de AGENEX ha advertido que la reciente crisis económica y la restricción del déficit en los países europeos hace necesario encontrar “nuevos instrumentos que permitan financiar las inversiones en energías renovables y, de este modo, alcanzar los objetivos de la UE para 2030”.

Por lo tanto, el “principal desafío” para este periodo (2014-2020) y para el próximo, a juicio de Segador, es el uso de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, sobre todo el FEDER, en la generación de nuevos instrumentos financieros, especialmente cuando las regiones intentan combinar estos instrumentos financieros con iniciativas de financiación de la UE o de asociaciones público-privadas.

‘WORKSHOP’

En el ‘workshop’ celebrado hoy es el primer Evento Interregional del proyecto FIRESPOL y han asistido los miembros del consorcio internacional que participan en el proyecto, provenientes de España, Polonia, Letonia, Irlanda, Alemania y Croacia, así como entidades bancarias y promotores de energías renovables, que han ofrecido su visión sobre la financiación de energías renovables.

El proyecto FIRESPOL está cofinanciado por la Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) por medio del Programa de Cooperación Territorial INTERREG EUROPE, contando con una dotación de más de 1 millón de Euros y su duración será hasta 2022.

Sus resultados mejorarán la aplicación de políticas y programas de desarrollo regional, en particular programas de inversión para el crecimiento y empleos y, cuando corresponda, programas ETC, abordando la transición a una economía baja en carbón.