El consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, ha visitado este lunes las instalaciones de Alcolea Biomass Center en la provincia de Córdoba, una planta especializada en la producción de pellet de alta calidad que se utiliza principalmente en calefacción doméstica, tanto en estufas como en calderas, y que emplea como materia prima los residuos agrícolas y forestales, generando un combustible de calidad a la vez que contribuye a la creación de empleo en el medio rural, así como a la limpieza de los montes y a evitar la quema incontrolada de residuos agrícolas.
En el transcurso de la visita, el consejero ha trasladado a los responsables de Alcolea Biomass Center, que procesa 25.000 toneladas al año de pellet con las que se evitan la emisión a la atmósfera de 30.700 toneladas anuales de CO2, la importancia que tiene para el Gobierno el potencial de aprovechamiento de este combustible renovable. “El uso de la biomasa como combustible para la generación energética es fundamental, especialmente en un marco energético como el de Andalucía, en el que se prima la sostenibilidad, la diversificación, la descarbonización y alcanzar un elevado grado de autoabastecimiento”, ha señalado.
Andalucía cuenta con un importante potencial de biomasa que se estima en 3.955 kilotoneladas equivalentes de petróleo (ktep) al año, lo que representa un 20,37% del total del consumo de energía primaria en la comunidad en 2017. Se trata de un combustible aprovechable tanto para la generación de energía eléctrica como para usos térmicos. De hecho, la comunidad andaluza ocupa la primera posición nacional en consumo de biomasa para la generación de energía térmica, con 664.960 toneladas equivalentes de petróleo (tep) en 2017, lo que supuso un aporte del 8,5% de la energía primaria para usos térmicos en la Comunidad.
Aunque el sector industrial utiliza desde hace décadas la biomasa térmica, sobre todo orujillo y hueso de aceituna, ha sido en los últimos años cuando se está constatando un despegue de las instalaciones que usan pellet como combustible en el sector residencial y de servicios, como el hotelero, en colegios o residencias de mayores, al calor de los diferentes programas de incentivos gestionados por la Agencia Andaluza de la Energía. Así, actualmente se cuenta con más de 27.500 instalaciones como estufas, calderas, secaderos y generadores de aire caliente, entre otros, que representan una potencia térmica instalada de 1.766,2 megavatios (MW). De esta potencia, el 34,7% se ha incentivado, lo que supone que se han dado ayudas para la instalación de 636,36 MW. En 2017, el sector residencial y de servicios concentró el 40% del consumo de biomasa en Andalucía.
La generación energética a partir de biomasa representa una actividad vertebradora del territorio, con capacidad de crear empleo de calidad en zonas con una alta tasa de estacionalidad, utilizando un combustible autóctono y medioambientalmente respetuoso con el entorno.