En los últimos meses han entrado en vigor distintas bonificaciones fiscales que benefician e incentivan la rehabilitación energética de edificios

Con el objetivo de informar a los profesionales del sector y la ciudadanía, y también para resolver todas las dudas existentes, el ICAEN celebró una sesión específica sobre estas medidas a través del canal de Youtube @energiacat, en el marco de los taller #ICAENrespon.

La sesión corrió a cargo de Lluís Morer, jefe del área de eficiencia energética del ICAEN, y de Jordi Ballonga, técnico de Hacienda, y toda la información se ha sistematizado en la página web del ICAEN . También se ha editado una cápsula explicándolas y resumiéndolas.

La principal figura impositiva en la que se pueden aplicar bonificaciones por obras de mejora de la eficiencia energética es el IRPF. Hay en vigor hasta tres deducciones por este concepto: una de un 20% por obras que reduzcan un 7% la demanda de calefacción y refrigeración (según certificado energético) a vivienda habitual o alquilada; otra de un 40% por obras que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación energética consiguiendo las letras A o B en vivienda habitual; y una de un 60% por obras que reduzcan un 30% el consumo de energía primaria no renovable, o mejoren la calificación, alcanzando las letras A o B en edificios de uso predominante residencial, para viviendas en propiedad.

La sesión permitió también repasar los requisitos necesarios para justificar el ahorro energético en las deducciones fiscales. De la misma forma, se abordaron las principales modificaciones normativas que se han introducido para simplificar y facilitar a los propietarios las rehabilitaciones energéticas de edificios.

El establecimiento de una fiscalidad y de una financiación adecuada es una de las 20 estrategias que la Prospectiva Energética 2050 considera imprescindibles para realizar la transición hacia un nuevo modelo energético más limpio, sostenible, justo y participativo, y así alcanzar la descarbonización de la sociedad catalana en el horizonte del año 2050. El objetivo es avanzar hacia un marco económico que favorezca e incentive aquellas actuaciones que contribuyen a la neutralidad climática, y que penalice aquéllas mantengan o incrementen las emisiones de gases de efecto invernadero.